Años atrás había un joven príncipe.
Una noche fría una anciana le pidió resguardo en su castillo a cambio de una rosa pero el príncipe se lo negó con desprecio. En aquel momento la anciana se reveló como una hermosa hechicera, que sintiéndose ofendida por su despreciable actitud hechizó al príncipe, a quienes vivian con él y al castillo. El hechizo consistía en que el príncipe se convirtió en una temible bestia y los sirvientes tomaron la apariencia de objetos domésticos, como candelabros, armarios, pocillos etc. Si una doncella se enamorara del príncipe antes de que una rosa mágica perdiera su último pétalo i el cumpliera 21, todo volvería a lo normalidad. En caso contrario la bestia viviría eternamente, infeliz y abandonada.
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